Eduación: Estudiante a Distancia

12.11.2011 21:46

No cabe duda que la tecnología ha venido a revolucionar el mundo y ha tocado también el área educativa. Actualmente, si lo deseas, puedes estudiar una licenciatura, una maestría, o incluso un doctorado a distancia. ¿Qué es exactamente la educación de este tipo? Existen básicamente dos modalidades.

a. Cursos semi-abiertos. Es decir, realizas tus tareas y algunas sesiones vía Internet, pero debes presentarte al colegio para contestar tus exámenes o para ciertas cátedras.

b. Cursos abiertos. Todo es vía Internet, desde tus tareas hasta tus exámenes.

Ahora bien, aunque suena como algo prometedor e incluso sencillo, tu personalidad define si esta clase de modalidad te conviene. Así que, para saber si esto es para ti, contesta las siguientes preguntas.

1. ¿Eres organizada? Si no se te da el cumplir con fechas límite, la educación a distancia podría frustrarte, ya que no hay nadie “visible” para presionarte o forzarte a leer. En ese caso, te conviene más la educación tradicional. Pero si te agrada ponerte metas y luchar por conseguirlas, ¡adelante!

2. ¿Te gusta leer? Al tener pocas cátedras con profesores de carne y hueso, la parte teórica del curso recae en la lectura de libros, muchos libros, algunos de texto y bastante densos. Pero si eres una lectora nata, quizá esta alternativa te beneficie.

3. ¿Te urge un certificado? Aunque en la propaganda de muchos de estos institutos se te ofrece terminar tus estudios en breve tiempo, la realidad es que puedes tardar mucho más que si fueras a la escuela normal. ¿Por qué? Porque el hecho de estudiar a distancia implica que cuentas con una familia (esposo e hijos) o que tienes un trabajo (que te absorbe), así que habrá días que no puedas leer, o tareas que se te dificulten. Así que siempre date un margen razonable para tus estudios a distancia. Yo te recomiendo pensar en el doble de lo que la institución te promete.

4. ¿Tienes dinero? Tristemente, la educación a distancia no es muy económica de momento, y no me refiero solo a la colegiatura, sino a los muchos libros que debes comprar. Si estás interesada en alguna carrera en particular, investiga en distintas universidades antes de tomar una decisión. De hecho, no te limites solo a tu país, sino a otros que compartan tu idioma, pues quizá encuentres cuotas de inscripción más accesibles.

Por experiencia propia, estudiar a distancia ha sido para mí una solución y una grata sorpresa. He podido mantener mi paso y toparme con grandes profesores a través de libros, audio (mp3 y podcasts) y la correspondencia con mis tutores que viven del otro lado del mundo.

Pensé que la satisfacción llegaría el día que recibiera mi diploma, y así sucedió, pero en un análisis más profundo, debo aceptar que el proceso —cada lección, cada tema, cada materia— me brindó aprendizaje, experiencia y madurez. Si la educación a distancia es para ti, ¿qué esperas para empezar?

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